sábado, 6 de septiembre de 2008

Caminando por la calle

Lo hermoso de estar solo, la magninimidad de sentirme el mas grande, de ser libre son proezas que solo puedo alimentar en la soledad de la noche, a cada paso que doy un nuevo pensamiento grita y hace eco en el silencio de las calles. Atravieso, doblo y pienso en estos pasajes oscuros. El zumbido del aire me sigue con disimulo y quien sabe cuantos miles de fantasmas. Mi mente se vuelve uno con el aire y juntos danzan en la niebla, mis sentimientos se paralizan y el tiempo se detiene. ¡No me importaria morir cuando vivo estos momentos!

La vida se me poza tan clara y desnuda como el amanecer a un taciturno.

1 comentario:

Letizaida Martínez dijo...

Gracias por visitar mi blog. Saludos.

No le eches ganas echale talento... cuan mamon era jajaja. Esas palabras me vinieron a la mente con la velocidad de un rayo y con un malesta...